jueves, 10 de junio de 2010

VOS Y YO

Para Fede

Vos y yo. Yo y vos. Nunca existieron las diferencias, ni los celos ni las envidias entre nosotros dos. Siempre fuimos dos almas independientes que se fusionaron en una divisible. Es raro. Pero es así.

Crecimos juntos. Yo, con mis caprichos y mis actitudes de “nena de papá y mamá”. Vos, con tus caprichos y tu convencimiento de ser un Don Juan. Sin embargo acá estamos. Vos y yo. Yo y vos. Nosotros dos, nuestros cuatro hijos y nuestros cinco nietos. Vos y yo.

Hace 5 meses me dijeron que me quedaba poco tiempo de vida. 
Decidí guardármelo para mi. Vos no lo hubieras soportado. Nunca supiste verme enferma. Ni de un simple resfrío. Te ponías nervioso, inaguantablemente sobre-protector. ¿Cómo te iba a contar lo de mi enfermedad terminal? Te hubieses destruido y nosotros dos, hubiéramos acabado desmembrados. Era inútil. Era yo y no vos la que iba a partir.

Pero hoy, cuando ya había tomado la decisión de poner fin a mi vida por mis propias manos, asistida por nuestro médico que sabe como pienso, te fuiste vos. Así, de repente, sin anuncio previo.

No es justo. Siempre fuimos independientes. No tenías ningún derecho a hacerme esto. Estoy segura que tu alma sintió lo de mi partida, porque sino, esto sería una simple pesadilla, pero ¡no!, es una realidad. 

Ahora me toca a mi aguantar un poco más. Por nuestros hijos, por vos y yo. 
Porque somos nosotros dos, y no es sano hacerle esto a nuestra familia. Porque no es honesto hacerte esto a vos.

Yo sé que me vas a querer esperar, pero te pido por favor, que te vayas en paz. Tengo aguante y un tiempito más soportaré.

Luego los chicos dirán que era previsible y entenderán que siempre fuimos vos y yo. Nosotros dos. 
Te amo como siempre, incondicionalmente. 
Hasta en la eternidad seremos siempre nosotros dos.

Mónica