¿POR QUÉ?
La luna de miel tan soñada estaba comenzando.
Todo era asombro.
Las aguas cristalinas, los cardúmenes haciéndoles cosquillas en sus tobillos, los besos bajo el agua…
Durante la noche, la luna gigante y extrañamente amarilla reflejaba sus luces en la bahía e iluminaban sus rostros plenos de felicidad.
Caminaron a orillas del mar prometiéndose una y mil veces amor eterno.
Eran lindos como todo aquel que se siente dichoso ante tanto amor y tanta maravilla. Bel fue testigo de la pasión que los envolvía.
Ellos eran toda luz. Brillaban.
El calor tropical de Puerto Barrios, el ron, la cerveza, y vaya a saber qué más, la hicieron caer en los brazos de otro. Nadie.
Dejó repentinamente de brillar. Todo fue oscuridad.
Se fue quedando sin palabras, sin miradas.
Él se pregunta por qué. Ella también.
Tiene belleza muy particular lo que has escrito. Podría decir que incluso suena mágico.
ResponderEliminarGracias Angus por tu comentario. Tu sensibilidad captó la sensación que quise trasmitir en el cuento. Nuevamente Gracias
ResponderEliminarMe gustó. Los vaivenes del destino que no dan explicaciones.
ResponderEliminarMil gracias Alfred. No dan explicaciones, es absoluta verdad....
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