GOLONDRINA
De ella podríamos criticar un montón de cosas, pero hay algo que es irrefutable en su personalidad: la constancia. Cuando quiere algo, va hasta el fin.
A las pruebas me remito.
“Golondrina” siempre nos dijo que lo que más quería en la vida era volar.
Nuetras risas ante tal absurdo, ellas las acallaba con un “ya van a ver’.
Hace nueve meses atrás, nos dijo que nos esperaba un sábado en un lugar de El Palomar, como no podia ser de otra manera.
Y ahí partimos todos.
Al llegar,nos encontramos con que se iba a filmar una publicidad de un chocolate aireado y “golondrina” era una de las extras. Lo del chocolate aireado, justificaba tanta cantidad de globos. En realidad iban a volar unos pocos, el resto eran tan extras como Luciana.
Al verla maquillada y en el globo principal, le dijimos que ya no parecía una golondrina, que ahora era una alondra. Muy enojada nos contestó que era más golondrina que nunca. De repente, alguien gritó acción, y el globo de Luciana despegó del piso. La veíamos a lo lejos sonriente y nos dijmos por fin está volando, lo consiguió. Mientras mirábamos como iban tirando algo, que después nos contaron que se llamaba lastre, el globo se elevaba más y más, observamos atónitos que Luciana ponía una pierna para afuera del canasto y se tiraba agitando los brazos.
Un ¡ohhhhh! fue el sonido excluyente, pero el silencio que siguió al ¡ohhhhh!, fue mucho más fuerte aún, porque Luciana estaba volando y nos decía chau con su mano izquierda.
Esperamos que volviera en la primavera, pero no llegó.
Quizás el próximo septiembre regrese...
interesante. surrealista.
ResponderEliminares un cuento bastante real...algunas veces a las personas le adjudicamos un sobrenonbre o mote inofensivamente y el otro lo vive a su manera pudiendo desencadenar en algo asi.
ResponderEliminar